[…] Es más que un comprador obsesivo de, yo qué sé, Boteros, Obregones y Graus, o de artistas contemporáneos que se estén disparando en el exterior. Ya el investigador Halim Badawi me lo había explicado: “Quién sabe. A lo mejor en Colombia hay colecciones de arte más grandes en cuanto a número de piezas, pero no colecciones tan importantes e interesantes. José Darío, por ejemplo, no compra obras de artistas porque estén de moda o porque sean buena inversión. Perfectamente se puede interesar en el trabajo de un desconocido si le parece que está entroncado con los intereses de su colección”. […] Artículo sobre Proyecto Bachué por Andrés Arias para la Revista Esquire.